Si hay un equipo en el mundo cuyo ADN y sufrimiento de la crueldad ha sido parte de su historia ese es, sin lugar a dudas, el Bayern de Munich y sin lugar a dudas, si hay que mencionar a una persona que consiguió que el Bayern sea lo que es ahora, ese es Kurt Landauer.
Hace ya 86 años cuando Kurt Landauer tuvo que dejar el cargo como Presidente del Bayern, sin embargo, desde entonces se convirtió en una figura inmortal para el club, es por ello que se ha ganado un puesto privilegiado en el centro de entrenamiento de Säbener Straße, unas tierras que fueron adquiridas precisamente gracias al mismo Kurt en el que se situará una estatua creada por Karel Fron a través de la Fundación Kurt Landauer gracias a donaciones tanto de los aficionados como entidades privadas y que tendrá un coste aproximado de 70.000€.
El objetivo no es otro que mantener en la retina y en la memoria una persona que hizo que el Bayern sea lo que es hoy tanto como presidente como vehículo para el cambio social, tolerancia e integración. De este modo tanto empleados, jugadores y aficionados podrán recordar su importancia y su pilar para la construcción de lo que hoy es el FC Bayern.
Kurt Landauer representó un antes y un después para el Bayern, antes de él, el FC Bayern era un club amateur o de aficionados, después de él, el Bayern se ha convertido en una de las potencias futbolísticas mundiales pero no fue por casualidad sino que algo trágico ocurrió para ello.
Para la mayoría de aficionados, el FCBayern es un club exitoso desde sus inicios, pentacampeón de Europa, docenas de Bundesliga, 18 Copas Alemanas, etc pero no siempre ha sido así.
Justo al poco de conseguir el primer título (la Bundesliga) el partido Nazi se hizo con el poder en 1933, además, con un presidente y un entrenador judíos. Por ello, los Nazis catalogaban al Bayern como «El club de los judíos» provocando múltiples bajas entre sus socios, relegando su categoría como equipo de liga regional y con la detención o incluso uso de jugadores en los campos de trabajo nazis, incluyendo a Kurt Landauer y siete miembros fueron asesinados por los nazis por cuestiones raciales, políticas o religiosas junto con los 56 miembros del club muertos en el campo de batalla donde se les forzaron a participar.
Volviendo a Kurt Landauer, sus comienzos en el Bayern fue jugando en el equipo juvenil y después de varios años, fue elegido como presidente del Bayern en 1913 en el que tuvo que abandonar el club durante6 años para servir con el ejército alemán en la primera guerra mundial regresando en 1919 comenzando a transformar un club de aficionados en un club profesional hasta culminar un gran trabajo logrando la Bundesliga en 1932.
Cuando los Nazis ganaron, Kurt Landauer perdió el trabajo que tenía una editorial y fue a trabajar una empresa de lavandería propiedad de judíos.
En 1938, el día después de La Noche de los Cristales Rotos, Landauer fue arrestado y enviado al campo de concentración de Dachau. A diferencia de muchos otros, Landauer fue liberado tras 33 años en el campo de concentración por su servicio militar como soldado en la primera guerra mundial y pudo escapar a Suiza en 1939.
Durante su estancia en Suiza, Landauer fue testigo de como la Alemania Nazi amenazaba con acabar con el trabajo de su vida, el Bayern y lo que es peor, ver como sus tres hermanos, Paul, Franz y Leo fueron asesinados por nazis y su hermana, Gabriele, fue deportada y desapareció para siempre.
Cuando la guerra finalizó, Landauer regresó y redobló sus esfuerzos para asegurarse de que el Bayern renaciera y lo hiciera como un Ave Fénix, un club más profesional, adquiriendo el actual terreno de entrenamiento, asegurando un pago a los jugadores y asegurando que el Bayern volviera a participar en todas las competiciones hasta que dejase el puesto en 1951.
Hoy jugamos octavos de final contra el Liverpool en parte, gracias a él. Hoy, en una época en el que la extrema derecha vuelve a asomar y crecer ante el descontento social, es necesario recordar el pasado y aprender de él.
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